En nuestra búsqueda auroras boreales, esta vez elegimos la ciudad de Alta, en el norte de Noruega, con la esperanza de tener más opciones de ver auroras si íbamos mas al norte y ademas decidimos alojarnos en unas cabañas en medio del bosque, para tener menos contaminación lumínica. Todo muy bien planeado, aunque el viaje ya no empezó muy bien. Perdimos el vuelo de conexión en Oslo y llegamos al ultima hora de la noche a nuestro destino final. Primer aviso. Fue un viaje complicado, con mucho frío (hasta 24 grados bajo cero), carreteras impracticables (la única carretera que llevaba al hotel siempre estaba cubierta de nieve) y un par de pequeños incidentes con el coche conduciendo por esas carreteras heladas llenas de nieve. A cambio de todos estos inconvenientes, tuvimos unas noches con bastante actividad de auroras pero con mucha contaminación lumínica. Por fin pudimos disfrutar de la belleza de las luces del norte. Pero nunca es suficiente.